La Orientación Laboral como tarea integral
Puede que el primer contacto que muchos hayamos tenido con la orientación laboral sea en el marco educativo a partir de la educación secundaria, y que está principalmente enfocada a “ayudarnos”. A conocer o decidir qué camino queremos tomar al acabar los estudios obligatorios.
Pero esa es sólo una pequeña parcela y no, no representa lo que es la orientación laboral.
Entonces, ¿qué implica orientar laboralmente?
Hay que ser muy conscientes de que a las personas que están en búsqueda de empleo hay que atenderlas no sólo en el plano laboral, sino desde una atención íntegra emocional, social y psicológica. Y es que son múltiples las situaciones por las que pasan y ninguna deja de atravesar el plano profesional de una manera u otra.
Veámoslo con un ejemplo
Hace unos meses, el equipo de Tralemto estuvimos haciendo un taller de Búsqueda de empleo con tecnología móvil en una ONG de Málaga. Era un taller gratuito al que acudieron los usuarios de la entidad que quisieron, dentro de los que se encontraban en búsqueda de empleo, y de las limitadas plazas que el COVID nos impuso.
Una de las usuarias que acudió, una mujer de entre 50 y 60 años, nos dijo que estaba muy nerviosa. La tranquilizamos y le dijimos que no pasaba nada, que aquí veníamos todos a aprender y pasar un buen rato. A lo largo del taller, se fueron exponiendo ciertos aspectos que analizaremos desde esta usuaria y que muestran cómo la orientación laboral no es algo que se pueda desconectar de la realidad global del individuo.
Dimensión emocional
Esta usuaria estaba muy nerviosa al entrar. Tras unas primeras palabras de calma en las que no preguntamos para no forzar la situación, dado que era la primera vez que nos veíamos. Observamos cómo sigue mencionando sus nervios, dándonos pie a indagar y pensar que era algo importante.
Entonces, nos enteramos de que se siente muy torpe con las tecnologías. Hasta hace poco no había tenido un móvil, y cree que no va a ser capaz.
Centrándonos en el tema emocional, buscamos desdramatizar la situación para que no se sienta tan presionada. Contamos experiencias personales en las que hemos fallado en búsqueda de empleo, o normalizamos con relatos que hemos vivido cómo es habitual sentirse perdido.
Esto, que puede parecer un mero controlar la situación, es fundamental para que, en este caso, la usuaria se sintiera libre de decir qué entendía y qué no, de reírse y atreverse a expresar sus miedos y, al fin, lo que nos interesaba con el taller: que estuviera relajada y con el ánimo propicio para poder aprender a buscar empleo con su móvil.
Dimensión social
Al ir adentrándonos en los pasos del taller, observamos cómo la usuaria nos comenta que no tiene ordenador y que depende económicamente de otra persona. Además de no contar con estudios cualificados y una experiencia no acreditable en vida laboral.
Esto no es una persona contando su situación material por gusto, es una información valiosísima para orientar que nos indicará
- Tenemos que darle herramientas distintas a un ordenador para realizar la búsqueda de empleo de forma íntegra.
- Que debemos orientarla a puestos de proximidad.
- Que debemos orientarla a puestos que no requieran nivel de estudios.
- Hay que potenciar la focalización en puestos en los que las competencias sociales o comunicativas sean un plus sobre capacidades cualificadas o experiencias determinadas.
Por ejemplo: para estar en la portería de un edificio, una competencia añadida es la orientación al usuario, la comunicación y la “simpatía”, incluso la escucha activa. Sin embargo, no es un puesto que requiera demasiados conocimientos técnicos, y sus competencias, si bien no son aseguradoras de un empleo por sí mismas, pueden jugar a su favor.
En este caso, y dada la experiencia laboral pasada, se orienta a la usuaria a puestos de limpieza. Se le indican empresas locales y espacios en los que puede personarse físicamente a buscar empleo, mucho más natural para ella, sin abandonar por ello la vía digital.
Dimensión psicológica
Gracias al ambiente de escucha establecido y la disposición de la usuaria, nos expone que está atravesando un momento personal complejo. También hay signos de poca autoestima y mucha inseguridad.
Ante tal dimensión psicológica, se le da refuerzo siempre orientado al ámbito laboral: lo hacemos mediante el reconocimiento de sus experiencias pasadas, en las que ha demostrado de sobra su capacidad de trabajo. Nos remitimos a personas que la han llamado en varias ocasiones, a las buenas relaciones que ha mantenido con quien la ha empleado, etc. También nos referimos a experiencias que hemos vivido nosotras, en las que muchas personas con perfiles similares al suyo se han insertado con éxito.
Con este caso podemos ver, desde un ejemplo aplicado, cómo la orientación laboral es una actividad que requiere de un análisis e intervención multidisciplinar para poder dar frutos. Y esto no es más que comprender que, realmente, el orientador debe conocer y nunca menospreciar la realidad de quien es orientado.
