A lo largo de un proceso de selección de personal, se dan distintas fases pensadas, diseñadas y encadenadas precisamente con el objetivo de dar con el mejor perfil profesional para un puesto de trabajo y una empresa concretos.
En este sentido, el reclutamiento es una de las fases primarias y más importantes del proceso de selección, constituyendo el condicionante, en gran parte de las ocasiones, de la calidad o el éxito del proceso. Es decir, suele ser el paso en función del cual obtendremos los perfiles entre los que realizar la selección. Pero, ¿qué es específicamente reclutar para un proceso de selección?
¿En qué consiste el reclutamiento?
El reclutamiento, como su propia etimología indica, es un proceso activo que consiste en recolectar o hacerse con un amplio número, en este caso, de potenciales candidatos para un puesto de trabajo.
Dicho esto, entendemos que el reclutamiento será una de las primeras fases del proceso de selección una vez que una oferta de empleo sale a la luz y comienza a difundirse. Precisamente, consiste en escoger y difundir por distintos medios y herramientas una oferta de trabajo para conseguir que el máximo número de perfiles afines se interesen por ella.
¿Cuántos tipos de reclutamiento existen?
Hay diversas clasificaciones para exponer las distintas formas de reclutar para un puesto de trabajo. En este artículo, nos vamos a centrar en la división que se establece entre aquellos perfiles que llegan de manera espontánea gracias a la difusión por parte de los reclutadores de la oferta de empleo a través de diferentes vías que ahora expondremos:
Reclutamiento indirecto; frente a aquellas personas a las que acudimos de forma individualizada: Reclutamiento directo.
Reclutamiento indirecto
¿Qué es el reclutamiento indirecto? El reclutamiento indirecto no deja de incluir aquellas vías más conocidas por las que todos, cuando hemos sido candidatos/as para una oferta de empleo, nos hemos inscrito en la misma. Ya casi nos cuesta recordar dónde quedaron las ofertas de empleo físicas expuestas en tablones, farolas y cafeterías. Actualmente, este proceso se ha digitalizado prácticamente por completo.
Entonces, este reclutamiento se materializa en aquellos perfiles que gracias a la difusión, principalmente a través de internet, en portales, medios o redes de una oferta de empleo se inscriben en la misma.
Las principales vías de reclutamiento indirecto son:
- Portales de empleo: páginas tan conocidas como Infojobs son la principal fuente de perfiles para un reclutador. Dentro de los mismos, podemos diferenciar entre aquellos que ofrecen sus servicios de manera gratuita, como Jobatus, o los que implican un pago por parte de la entidad que recluta.
Además, dentro de estos portales, la calidad del reclutamiento se definirá en gran medida por escoger aquellos más adecuados para cada oferta, pues encontramos portales específicos para diferentes sectores y perfiles, o incluso para otras variables como aquellas ofertas dirigidas a un primer empleo.
- Redes sociales: En esta área, hay una clara ganadora, y esa es LinkedIn. Enfocada directamente al mundo profesional y laboral, esta red social aporta herramientas específicas para reclutadores, volviéndose a su vez un portal en el que publicar ofertas y, en muchos casos, dar con los perfiles más ajustados.
- Vías de las administraciones públicas: Nos referimos a los portales digitales de ayuntamientos o diputaciones que, en muchas ocasiones, permiten e impulsan a los reclutadores a publicar las ofertas de empleo de la zona en sus páginas web, lo cual habilita que muchos candidatos locales puedan pasar a formar parte del reclutamiento para un empleo concreto.
- Entidades de inserción laboral: Asociaciones, ONGs… cualquier tipo de organización que de alguna manera se haya implicado en la inserción laboral de sus usuarios suele contar con vías y personal a quien podemos acceder para que la difusión de nuestra oferta de empleo sea aún más amplia, obtener más candidatos y, además en este caso, promover la inserción laboral de quienes más la necesitan.
Reclutamiento directo: el headhunting
¿Qué es el reclutamiento indirecto? El término “headhunter” no es más que otra forma de denominar al reclutador centrada en la tarea de acudir de manera específica a personas que, por su formación, experiencia o competencias, nos interesan específicamente para un puesto de trabajo concreto. Descubre los Beneficios del Headhunting.
En este sentido, lo que realizan los reclutadores es una llamada directa al potencial candidato/a, habitualmente a través de mensajes por las distintas vías de contacto del mismo, a quienes están más preparados o cuentan con la experiencia o herramientas más específicas requeridas para un puesto de trabajo.
Es muy habitual realizar un proceso de reclutamiento directo cuando nos encontramos con profesiones o sectores muy específicos, en los que el grado de especialización de los puestos y las personas crea la necesidad de que, para realizar un reclutamiento de la mejor calidad, acudamos a las personas con perfiles más ajustados a nuestra oferta de empleo.
Reclutamiento externo vs. interno
Otra forma de pensar distintos tipos de reclutamiento es confrontando la perspectiva de una llamada a candidatos externa frente a una interna.
Las vías que hemos expuesto más arriba se centran en buscar candidatos haciendo la oferta pública y potenciando su alcance para que cualquier persona interesada pueda pasar a formar parte potencial del proceso de selección. Esa apertura y amplitud es propia de un reclutamiento externo, es decir, que va más allá del personal de la propia empresa que demanda el perfil laboral en cuestión.
Sin embargo, el reclutamiento interno es una vía muy distinta y en ocasiones interesante y propicia, ya que consiste en buscar perfiles dentro del entramado humano de la propia empresa demandante. Esto puede tomar distintas formas:
- Procesos de promoción interna: Promocionar a uno de nuestros empleados para un puesto que necesitamos es muy recomendable en ocasiones en las que se quiere potenciar la motivación y formación de los empleados, así como el asumir nuevas responsabilidades. Además, contamos con la ventaja de partir de personas que ya conocemos y quienes conocen nuestra organización y su sistemática.
- Referencias: El buscar incorporar una persona a través de recomendaciones de nuestros propios trabajadores es una vía cada vez más popular gracias a su escaso coste así como a los buenos resultados que ofrece, ya que quien pasa a formar parte de nuestra plantilla debe responder ante esa recomendación que ha llevado a su contratación, lo que suele incentivar la productividad.
- Búsqueda en el histórico de candidatos de la empresa: Otra de las vías para un reclutamiento interno es buscar entre aquellas personas que, previamente, ya se han interesado en trabajar con nosotros y nos han hecho llegar su perfil profesional por las distintas vías de contacto que cada empresa ofrece.
- Recontratación: Personas con las que una empresa ha tenido una buena relación laboral, la cual terminó por el motivo que corresponda, son una vía muy interesante para buscar reincorporaciones: todos cambiamos de planes, proyectos y expectativas de vez en cuando, y es posible que quien ya ha trabajado agusto con nosotros, se plantee volver.
¿Cómo saber qué tipo de reclutamiento es el más indicado en cada caso?
En cualquier caso, hemos tratado muchas vías y herramientas pero, ¿cuál es la más acertada para el puesto que necesito cubrir? Ante preguntas como esta la respuesta más adecuada suele ser acudir a expertos en selección de personal. Nadie mejor que un especialista que domina y se relaciona día a día con estas vías de reclutamiento va a aconsejarnos mejor para saber qué tipo de reclutamiento será el más adecuado, y te anticipamos la respuesta más probable: ¡una combinación de varios de ellos!
